Para el Campus de Gijón, elemento esencial de la educación superior asturiana, es un orgullo albergar estos días el 26 Congreso Universitario de Innovación Educativa en las Enseñanzas Técnicas, una demostración más del potencial de este campus y las Facultades y Escuelas que lo conforman para crear sinergias de comunidad, de encuentro científico y, en definitiva, de conocimiento.
En particular, la Escuela Politécnica de Ingeniería que hoy nos acoge ha sabido lograr un puesto de primer nivel en la sociedad civil gijonesa, siendo un referente para el talento de muchos de nuestros jóvenes, que dirigen sus pasos hacia las enseñanzas técnicas al percibirlas como una oportunidad de formación de calidad. Ante los retos de estos tiempos, las últimas generaciones han sabido encontrar en las enseñanzas técnicas una garantía de futuro; y en la ciudad de Gijón esa garantía lleva el nombre de la Politécnica.
Por otro lado, la innovación educativa ha pasado de ser una opción minoritaria a un requisito indispensable en la búsqueda de la excelencia. La imperdonable falta de un consenso político sólido en torno a la educación no ha impedido que el sector educativo ofrezca a diario nuevas soluciones para los problemas que la sociedad, en su conjunto, debe afrontar. Las nuevas formas de enseñanza; la diversificación de métodos, contenidos y objetivos; el uso de la tecnología (parece ya un error hablar de “nuevas” tecnologías); o la metamorfosis que han sufrido los propios campus, son todos ellos síntomas del imparable proceso al que hace frente el pilar más importante de nuestra sociedad.
A las Administraciones y los poderes públicos nos quedan muchos deberes pendientes en un campo que, como digo, debería ser nuestra principal preocupación. Sólo un sistema educativo innovador, riguroso, libre y bien financiado puede garantizar el bienestar no sólo de los que vienen, sino también de quienes ya estamos aquí. Hacer de la educación una prioridad no es sólo una opción política; debería ser una exigencia del sentido común. Invertir en la educación es la inversión más segura que existe, y sin embargo, muchos aún no han comprendido esa verdad innegable.
Encuentros como éste, que es un placer y un honor acoger en Gijón, deben servir para poner en valor la capacidad de quienes tenéis en vuestras manos el moldeado de varias generaciones.
El viernes la Escuela Politécnica de Ingeniería Industrial de Gijón recibirá la medalla de la Villa en un acto en el Teatro Jovellanos.