Hoy dimos la bienvenida al municipio a la multinacional química estadunidense Chemours que se instala en este edificio de la Fundación Laboral de la Construcción en el barrio de Tremañes.
Que una empresa como Chemours -con 8.000 empleados, presencia en 35 emplazamientos productivos y más de 5.000 clientes en Estados Unidos, Latinoamérica, Asia-Pacífico y Europa- se instale en Gijón, es un hito en la historia de la ciudad.
Esta llegada significa que el municipio de Gijón es competente y competitivo en la atracción de empresas de primer nivel mundial y lo que es más importante, que encuentra en el talento local un importante activo que sumar a su proyecto.
Desde Delaware hasta Gijón hay miles de kilómetros de distancia, aún así, se puede observar y constatar la capacidad de nuestro municipio para marcar la diferencia respecto a otros en la propuesta de talento: estamos capacitados para movernos en los entornos técnicos más complejos y para integrarnos en equipos multiculturales como los que caracterizan a la multinacional.
Está en el interés del Ayuntamiento, tender la mano a Centros de Servicios de Multinacionales que encuentren en Gijón una ciudad propicia para el talento en espacios empresariales ajustados a sus necesidades y con una calidad de vida excepcional para sus trabajadores.
Sabemos que cuando hay que hablar del desarrollo de un territorio, lo primero es impulsar el estímulo de la actividad empresarial. Verán: el empleo, la salud, la educación, los servicios… todo pasa en primer lugar por la iniciativa empresarial. A través de su búsqueda incansable de competitividad desarrolla en su entorno condiciones para la sostenibilidad: se ocupan edificios en forma de vivienda de las personas empleadas, se usan la infraestructuras y servicios públicos de forma más óptima al aumentar el número de usuarios, la escuelas tienen niños y niñas que recibir y el comercio ve aumentando la necesidad y la demanda.
Todo equipo gestor de un municipio tiene que tener constantemente en cuenta este círculo virtuoso en su cabeza. Y además, tiene que entender este aspecto para todos los distritos del municipio.
La Milla del Conocimiento, con su crecimiento constante de actividad empresarial en los últimos años, es el motor económico, nuestra mejor garantía para la sostenibilidad futura. Si bien este proyecto tiene como epicentro el entorno donde se conjugan los actores más destacados de un ecosistema de innovación, no puede descuidar el hecho de hacerse visible en otros distritos de la ciudad.
Cuándo no se piensa en el desarrollo económico como un contador de ladrillos, sino como activación de espacios y de talento para la atracción y desarrollo de actividad empresarial, no importa tanto quien tiene el edificio en su propiedad, sino cuanto empleo se ha generado en la zona, y por tanto, se ponen los mimbres necesarios para su activación, para la sostenibilidad del entorno y para su prosperidad futura.
Con la llegada de Chemours, la zona de Tremañes verá aumentada su actividad diaria, proporcionando barrios más dinámicos y seguros y podrán comprobar de primera mano, el buen desempeño de la compañía, que desarrollará en este edificio la actividad más limpia de todas, aquella que se hace valer de programas informáticos y talento para la aportación de valor.
Estamos seguros que Gijón encontrará motivos para la buena acogida y la buena convivencia. Chemours por su parte, encontrará motivos para sentirse acogida con la simpatía habitual de las gentes de Gijón.
El día de hoy tiene que ser un punto de inflexión en la forma de desarrollar territorio, sociedad, sector privado y administración.
Debemos y tenemos que trabajar en conjunto.
Si hemos sido capaces de llegar hasta el día de hoy, no nos queda más que pensar en que podemos hacer juntos en el futuro. Futuro en el que por cierto, nos acompañará este Centro de Servicio Global de CHEMOURS, parte ya de nuestro municipio.