Esta mañana acudí en la Feria de Muestras a la IX Jornada de Hemodonacion del Principado de Asturias.
Siempre me he sentido muy orgullosa de mi condición de donante, que aprendí de mi padre cuando era bien pequeña. Donar sangre es un acto de generosidad inmensa. Desde los poderes públicos no podemos ser ajenos a una cuestión de primer orden para la salud pública y debemos concienciar a los ciudadanos de este acto de generosidad y civismo.
Hay que reconocer también la labor de los miles de voluntarios de Cruz Roja que hacen posible que exista el sistema nacional de hemodonacion y transfusión.
Hay que conseguir que la donación de sangre se consolide como el acto más cotidiano de todos.