En el año 2013 la Corporación Municipal decidió distinguir con la Medalla de Oro de la ciudad a la Banda Municipal de Música de Gijón, un reconocimiento merecido tras 150 años al servicio de los gijoneses, alegrándoles la vida e impulsando su formación musical. Aún quedaban pendientes más deudas con nuestra Banda de Música. Estaba pendiente investigar su pasado, difundir sus orígenes y su evolución, para que todos conociéramos los avatares que vivió la Banda hasta llegar a ser lo que es hoy, una Banda de excelencia por su música y por su amplia trayectoria, la más antigua de Asturias y entre las más veteranas de España.
Para atender ese requisito se ha recurrido a escribir su historia y a plasmarla en el libro que presentamos hoy, todo un compendio de la progresión de la entidad. Ha sido escrito por Javier Granda, un buen conocedor de nuestra historia local, que ha sido capaz de plasmar en palabras, el trasfondo musical de una institución colectiva cargada de luces, sin ocultar alguna de sus sombras.
El texto es el cuaderno de bitácora de la Banda de Música, de sus directores -con frecuencia también compositores de temas relacionados con Gijón- y de sus músicos, aficionados volcados en el arte musical a cambio de una modesta remuneración. Además, en este estudio se especifica por épocas la forma de funcionamiento interno de la Banda, la coordinación con la institución municipal, las dificultades para renovar el instrumental y el vestuario, los repertorios -muy variados en tan amplio período- y las actuaciones mas relevantes: desfiles, procesiones religiosas o cívicas, conciertos al aire libre o en teatros, festivales, etc.
De esta manera, el libro servirá para reconocer la importancia de una Banda cuya música ha sonado desde que se derribaron las murallas de la ciudad, allá por 1865, hasta hoy mismo. Una música que se ha oído en los teatros, en la Plaza Mayor, en Begoña, en El Carmen, en los barrios y hoy en el Antiguo Instituto, concentrando aquí, en un edificio tan emblemático para nosotros, esos 150 años de feliz concierto.
Además, el libro sirve para expresar nuestro reconocimiento público a todos los músicos, hombres y mujeres que formaron parte de la Banda, desde los directores hasta el último percusionista, porque sus vivencias y sus actuaciones más relevantes están aquí reseñadas. Este reconocimiento me gustaría extenderlo a las familias de los músicos, que acompañaron y acompañan a la Banda y que han sabido sacrificar sus momentos de ocio para que la música sonara en Gijón y esta ciudad fuera aún más alegre, culta y festiva.
Al sentir la música se reaviva la nostalgia y la Banda Municipal forma parte de nuestro recuerdo, del de todos los gijoneses, porque quién no tiene en su memoria infantil los sones de un pasacalles del Antroxu, de un villancico de la Cabalgata de Reyes, de una pieza clásica en el Kiosco de Begoña, de un pasodoble en El Bibio o del intimista “Gijón del Alma” en cualquier momento o lugar. Por esos entusiastas momentos que la Banda Municipal de Música de Gijón nos ha dado desde hace tantos años es por lo que decimos “Gracias” y por lo que os pedimos que la música, vuestra música, siga sonando en Gijón.