Hace tres meses nos uníamos en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Gijón para reconocer a Jesús Castro y agradecer las decenas de miles de apoyos que recibió su familia para que esta puerta número 1 del Molinón lleve su nombre.
Lo que no nos podíamos imaginar en ese momento es que el estadio llevaría el nombre de su hermano, nuestro querido Quini.
Castro fue el guardameta por excelencia del Sporting, equipo en el que jugó desde el año 1968 al 1985.
Las terribles coincidencias y las casualidades han querido que Quini falleciera en el año en que se cumplen los 25 años de la muerte de su propio hermano. Todo recordamos aquel trágico suceso que supuso hacer conocida mundialmente la entrega y bondad de Jesús hacia los demás.
Su esposa Blanca nos contaba que no había día en el que no ayudara a alguien, y aunque este reconocimiento que hoy celebramos seguro que les ha hecho recordar aquel fatídico día, estoy seguro que también ha supuesto el abrazo de miles de aficionados que no olvidan a Jesús. Desde el Ayuntamiento agradecemos profundamente a todos los que se han sumado entusiásticamente a la recogida de firmas para apoyar esta conmemoración.
Nuestra ciudad le ha hecho merecedor de un parque junto a su hermano Quini, y ahora esta puerta número 1 de la tribuna oeste llevará para siempre su nombre. Un nombre que es reflejo de bondad, lealtad, sencillez, humildad, discreción, y del que nunca asomó resto alguno de vanidad o ego.
No se puede entender Gijón sin el Molinón, que se ha constituido en una de las señas de identidad de la ciudad. No se puede entender Gijón sin el Sporting, ya que todos los gijoneses y gijonesas sentimos el honor de llevar unos colores y un escudo.
Y no se puede entender el Sporting sin los hermanos Castro.
Que esta puerta y este estadio sirva como espejo para las jóvenes generaciones.