Hoy acudí a la 25 edición de los premios «Gijón Ciudad Abierta» de la Cadena SER Gijón, que este año recayeron en el Real Grupo de Cultura Covadonga y en el diario El Comercio.
El Premio Gijón Ciudad abierta al Real Grupo de Cultura Covadonga es un reconocimiento muy merecido, que hacemos extensible a todos los profesionales que allí trabajan y a sus socios, que son, en definitiva quienes dan vida y forma a este gran club del que nos sentimos profundamente orgullosos.
Estamos ante el premio al deporte por antonomasia, porque el Grupo es una inmensa obra colectiva en torno a la práctica deportiva. Con su filosofía y desde sus instalaciones se forman miles de niños y jóvenes.
El Grupo es garantía de estabilidad y permanencia; una garantía derivada de algo fácil de decir pero difícil de explicar: el Real Grupo de Cultura Covadonga forma parte ya de la piel de Gijón, es puro tejido urbano, como la Escalerona, el Molinón, la Madre del Emigrante, el Humedal, el Paseo de Begoña o la Plazuela de San Miguel.
No se puede entender el Gijón moderno sin el Grupo Covadonga, que se ha constituido en una de las señas de identidad de la ciudad en la última centuria.
Una de las razones de su éxito estriba en que lleva en el ADN la marca del esfuerzo, de la pelea, de la determinación, de atreverse a luchar en contra de la marea y de ser una verdadera escuela de formación de jóvenes, un semillero de valores que impregnan toda la actividad social.
Si el Grupo superó la prueba del tiempo es porque está asentado sobre bases sólidas. Es el resultado de una iniciativa surgida de las entrañas de la sociedad civil y no de la sombra de las instituciones. Su personalidad independiente le ha permitido desenvolverse con libertad, sin necesidad de tutelas que pueden ser muy beneficiosas a corto plazo, pero a la larga resultan gravosas como pesadas hipotecas.
El contenido esencial del Grupo es la práctica deportiva. Hay muchos deportes, pero todos sin excepción, parten de una premisa común y es que no hay deporte sin esfuerzo.
81 años del Real Grupo de Cultura Covadonga creciendo en socios, en equipamientos, en éxitos deportivos y sociales, en oferta de servicios, han servido para hacer de la práctica deportiva algo habitual para multitud de personas de todas las edades que cada día pasan por el Grupo.
Os animo a que sigáis apostando por la fuerza del Grupo; el honor de llevar unos colores y un escudo. Ser conscientes de que no hay en toda España una sociedad deportiva equiparable al Real Grupo de Cultura Covadonga. En vuestras manos está una parte fundamental del patrimonio de Gijón.
Enhorabuena por este premio.
Y enhorabuena también al Diario El Comercio, en el que -como me gusta decir- se lee la historia de nuestra ciudad.
Cuando se está 140 años citándose con los gijoneses en los quioscos, a diario, se crean unos vínculos tan especiales con la ciudad que dan identidad propia al medio. Esa identidad origina una responsabilidad que va más allá de trasladar la información diaria a los lectores.
Una trayectoria tan especial convierte al medio en una referencia ciudadana. De ahí que al periódico le corresponda colaborar, con sus herramientas específicas, en la tarea de hacer ciudad.
Y es que se hace ciudad cuando se aumenta la comunicación sobre el territorio, cuando se dan noticias acerca de lo que interesa a la población; se hace ciudad cuando se debate sobre ella, cuando se está orgulloso de sus logros, cuando se admira su belleza, cuando se proponen metas colectivas, cuando se la defiende más allá de su contorno.
La construcción de Gijón es una tarea colectiva que nos concierne a todos, a la que no puede ser ajena El Comercio que lleva catorce décadas haciendo crónica diaria.
En un contexto de desconfianza e inestabilidad, es importantísimo reivindicar la calidad de los medios de comunicación, su papel imprescindible en el sistema democrático y su importancia en las relaciones entre la ciudadanía y las instituciones. Proteger el periodismo y el derecho a la información es la única opción para garantizar que nuestro sistema constitucional siga funcionando y garantizando la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.
Por todo ello, en la persona de su director, Marcelino, como representante de todo el diario: gracias y enhorabuena.
Una felicitación que hago extensiva a la Cadena SER, uno de los medios de comunicación más importantes de la ciudad y que es el buque insignia de una fuerte tradición radiofónica en Gijón. Y que además con iniciativas como esta demuestra su compromiso social y su incansable empeño por reconocer a quienes de una forma u otra contribuyen a hacer de Gijón una ciudad más abierta, una ciudad mejor.
Felicito por ello a los dos medios de comunicación que desde el papel y desde las ondas reivindican el periodismo con raíces, con compromisos –que no quiere decir ataduras-, el periodismo que da todos los días la batalla; el periodismo profesional.
Me parece imprescindible defender esta posición en tiempos de posverdad, cuando la verdad adulterada se compra como mercancía verdadera, cuando el objetivo supremo es generar desde la Red un determinado nivel de percepción capaz de suplantar a la auténtica realidad.
En definitiva, hoy premiamos a tres de los grandes buques insignias de Gijón. En nombre de toda la ciudad, gracias, felicidades, y toda la suerte para seguir cumpliendo nuestras expectativas y alimentando nuestro orgullo. Que todos juntos logreemos alcanzar el Gijón que deseamos.