- Asturias tiene un gran potencial como región en el campo de la innovación agroalimentaria.
- Nuestra industria agroalimentaria luce en los mercados internacionales.
- El sector agroalimentario consume grandes recursos de conocimiento y cuyo peso en el PIB regional iguala ya al del sector turístico.
Esta mañana inauguré el Encuentro de Negocios de Exportadores de Productos Agroalimentario de ASINCAR que durante dos días se reúnen en la Laboral.
Un encuentro enmarcado en la Convocatoria Arco Atlántico para ayudar a las Pymes agroalimentarias asturianas a crear vínculos empresariales y estrategias sectoriales con otras pymes del espacio arco atlántico.
Una oportunidad de hacer visible una realidad que no debe pasar desapercibida, y es que nuestra industria agroalimentaria luce en los mercados internacionales. Nuestro sector, es garante de calidad, de profesionalidad y ofrece un largo recorrido para que exploremos juntos como podemos hacer crecer proyectos empresariales innovadores que tomen mayores posiciones en el panorama global.
Quiero aprovechar este momento, para realzar la labor que ha venido realizando ASINCAR en Asturias, como clúster ha conseguido integrar la cualificación, la tecnología y la innovación de forma eficaz en las pymes agroalimentarias. Gracias a su presencia, el futuro de este sector cuenta con las capacidades para incorporar los elementos de competitividad que necesitan para afrontar el futuro.
En definitiva, Asturias tiene un gran potencial como región en el campo de la innovación agroalimentaria. En cambio, pocas veces hablamos de este sector, que consume grandes recursos de conocimiento y cuyo peso en el PIB regional iguala ya al del sector turístico.
Se trata de la tercera rama de actividad junto al metal y las industrias extractivas. Estamos ante un sector que cerro el año 2017 con más de 700 empresas y más de 7.500 empleos.
El sector lácteo, el cárnico, el hortofrutícola, las conservas y la sidra son los cinco bastiones sobre los que se asienta nuestra industria agroalimentaria. Precisamente, dentro del sector lácteo, el Consejero Delegado de Capsa, Jose Armando Tellado, ponía de relieve hace unos días el gran potencial que ofrece el sector para la región. La biotecnología, la alimentación funcional y los nuevos productos alimenticios ofrecen un panorama ilusionante.
Señalaba que habían llegado a un punto en el que no veían una mayor diferenciación entre su leche y la del competidor más allá del aspecto del propio tetra-brik y por ello comenzaron a diversificar buscando nuevas líneas de negocio, apostando por la innovación saludable y convirtiéndose así en la primera empresa láctea española que se adapta al Plan de Colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas.
Es sólo un ejemplo para reflejar el gran potencial que tenéis en innovación y la importancia de la exportación en un sector como el vuestro.
Es en este punto que quiero destacar, otra oportunidad que presenta este sector y es vertebrar esa Asturias Agropolitana en riesgo de caer en el olvido. Nuestros ecosistemas naturales, nuestra población asentada en el entorno rural, necesita urgentemente que les miremos con la intención de incluirlos en nuestro futuro. Pienso que más industria agroalimentaria, es mejor entorno natural y mejor entorno rural. La administración debe ocuparse de abastecer con eficiencia la infraestructura y servicios públicos oportunos, para no ser un lastre en el desarrollo de proyectos tanto empresariales como vitales que se abren en este esperanzador futuro del sector.
No hay duda de que estamos ante un sector estratégico en la economía asturiana. Termino con una cita de un emprendedor gijonés que animaba a sus compañeros al recoger el Premio Impulsa el pasado año: «Somos muy buenos, sólo nos hace falta creérnoslo».