Esta tarde asistí a la gala anual de los Premios de la Fundación de Jóvenes Empresarios de Asturias (AJE) en el Recinto Ferial Luis Adaro. Estos premios tienen el objetivo de dar visibilidad y galardonar a los Jóvenes Empresarios y Empresarias Asturiano/as.
Mi reconocimiento y felicitación a todos los premiados que hoy han visto recompensada su gran vocación de emprendimiento en nuestra tierra. Y digo recompensada porque a ninguno se nos escapa que Asturias no es, hoy en día, el mejor y más fértil terreno para plantar la semilla de una idea. Pese a ser una región con un potencial casi infinito, del que vosotros y vosotras sois el mejor testimonio, nos enfrentamos –os enfrentáis– a problemas estructurales que lastran vuestras iniciativas y perjudican las perspectivas de futuro de cualquiera que decida emprender un camino profesional en nuestra región.
A los poderes públicos nos corresponde eliminar los obstáculos que impidan o dificulten la plenitud de los proyectos personales y vitales de los ciudadanos y las mejores soluciones surgen de quienes más de cerca viven los problemas. Por eso debemos prestar atención a las demandas que vienen desde plataformas como la vuestra, y que pasan invariablemente por cuestiones como la conectividad de Asturias, la mejora de las condiciones fiscales o la exigencia de medidas para evitar que poner en marcha un proyecto se convierta en una odisea.
No podemos seguir aceptando como normal que para trabajar en Asturias haya que perder ingentes cantidades de tiempo o de dinero. Nuestra región tiene que estar bien conectada no sólo con Madrid y Barcelona, sino –como mínimo– con Londres, Bruselas y Frankfurt. No puede ser, que para ir a una feria en Ámsterdam esta semana, un empresario asturiano tenga que salir de aquí el lunes a las ocho de la mañana para coger un vuelo en Bilbao. Simplemente, no es asumible.
Todos sabemos que apostar por una tierra que no ofrece suficientes garantías de futuro es un acto de fe que no se le puede pedir a cualquiera. Para emprender, para invertir y para producir en Asturias tienen que existir las condiciones necesarias que faciliten la actividad económica, que es la única que puede generar los empleos que tanto necesitamos. Las Administraciones tenemos que poner toda la carne en el asador, cada una en el marco de sus competencias, para que esta realidad cambie cuanto antes.
Desde el Ayuntamiento de Gijón, mediante Impulsa, ya hemos puesto en marcha esa política de estímulos con programas de techo, de servicios avanzados, de financiación y de especialización a empresas con potencial de crecimiento en el campo de la investigación, el desarrollo, la creatividad y la innovación. Os tengo que decir que no hay más orgullo que ver lo que es capaz de hacer el talento asturiano cada día. Con “Gijón invierte” hemos inyectado 13,4 millones de euros en inversión inducida, generando medio millar de empleos y atrayendo a multinacionales como ha sido el caso para Altabox o Cubers. Creemos que ese es el camino para las instituciones: actuar como un motor, pero no el principal; ayudar a encontrar el camino, pero no conducir; y escuchar permanentemente las necesidades de quienes de verdad estáis al volante de los proyectos que van a traer a Asturias prosperidad y crecimiento.