Una año más es un placer, y un honor, celebrar la fiesta de San Juan de Dios, patrón de los bomberos. Una fiesta a la que nunca he querido faltar, porque sé lo importante que es para todos los miembros del Servicio de Prevención, extinción de Incendios y Salvamento. Este año es además un poco especial: será mi último San Juan de Dios como Alcaldesa.
Como os he dicho en alguna otra ocasión, como cirujana entiendo muy bien qué es dedicarse a salvar vidas. Es una labor absolutamente vocacional, pero también gratificante como ninguna otra. En vuestro caso se añade un plus: lo hacéis, tan a menudo, poniendo en riesgo la vuestra propia. Y esa es la piedra de toque del prestigio, el cariño y la admiración que toda la ciudadanía de esta ciudad os profesa de forma incondicional.
Gijón quiere muchísimo a su cuerpo de bomberos. Allá donde intervenís dejáis un rastro de gratitud y aprecio que no tiene comparación con ningún otro cuerpo municipal. Y por todo ello, no puedo más que daros las más sinceras gracias.
Gracias por realizar de una forma tan profesional un trabajo que exige tantísimo. Gracias por dedicaros en cuerpo y alma, cada día y en cada intervención, a que todo salga bien. Gracias, en definitiva, no sólo por todas las vidas que habéis salvado en nuestra ciudad, sino también por todas las que vais a salvar en el futuro. Gracias.
A este agradecimiento se añade nuestro apoyo indiscutible a vuestra mayor y más importante reivindicación: hacen falta más objetivos. Es imprescindible que el cuerpo de Bomberos de Gijón alcance las dotaciones de ciudades de su tamaño. Esto depende de Administraciones que no son el ayuntamiento y no vamos a parar, ni esta corporación ni la siguiente, estoy segura, hasta lograr esos objetivos.
Por suerte, en este Ayuntamiento las cuestiones de seguridad hemos logrado dejarlas al margen de las disputas partidistas y en torno a ellas se han logrado grandes consensos de los que debemos sentirnos orgullosos. Vamos a seguir por ese camino, pues la unión política dota de estabilidad a las instituciones nos permite afrontar con muchísima más solvencia retos como el de la seguridad, que requieren de acciones claras y decididas que avancen en la mejora permanente que requiere ese campo.
Es un orgullo como alcaldesa liderar una Corporación que cuenta con un servicio como éste. Con profesionales como vosotros. Con personas como vosotros, que lo anteponéis todo para salvar vidas. Es un orgullo y un honor haber compartido casa con vosotros estos ocho años y sólo puedo deciros que siempre contaréis, en mí y en este Equipo de Gobierno, con compañeros de fiesta de San Juan de Dios.