Una entrega de diplomas es siempre un acto de reconocimiento. Reconocimiento a una trayectoria de estudio, de trabajo y esfuerzo que han conseguido completar con éxito los graduados y graduadas de los estudios de Grado o máster en las ramas Industrial, Informática y de Telecomunicación y del que sentirse orgullosos hoy.
Cuando me corresponde el honor de acompañarlos en actos como el de la entrega de diplomas me gusta insistir en ese reconocimiento. Culminar con éxito un camino como el suyo no es fácil, pero a partir de ahora empiezan otro aún más importante.
A todos los graduados y graduadas que han terminado los estudios de Grado o máster en las ramas Industrial, Informática y de Telecomunicación los animo a empezar a construir.
Construir es un verbo que debería ser imprescindible en el vocabulario de todos. Hace falta construir proyectos, ideas, iniciativas que reactiven Asturias y nos pongan de nuevo en el mapa. Para eso, estoy convencida, tenemos que confiar en el talento que tenemos. Y ese talento, hoy, lo representan los alumnos y alumnas que se gradúan.
Las Administraciones tenemos el deber de facilitar todas las condiciones que sean necesarias para que puedan construir. Nos toca, no podemos olvidarlo, asegurar que tienen un lugar en el que puedan desarrollar sus proyectos vitales. Es así de sencillo y a la vez así de complicado: su responsabilidad y la nuestra se complementan, y cuando una falla, la otra tampoco puede seguir.
Asturias necesita su talento porque necesita construir su futuro con él. Necesitamos personas competentes y formadas capaces de ocupar nuevas formas de trabajo, nuevas profesiones y nuevas responsabilidades derivadas del mundo tan cambiante en el que vivimos. Necesitamos profesionales que saquen adelante nuestra región.
No quiero dejar de reconocer la labor de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, de la que celebramos su 40 aniversario hace pocos meses. Un reconocimiento que particularizo en su Director, Juan Carlos, en nombre de los más de 300 profesores y personal no docente que hacéis cada día de esta institución un referente no sólo en Gijón, no sólo en Asturias, sino en todo el país y en el extranjero. Gracias en nombre de las Administraciones por vuestro trabajo, por vuestros desvelos para ofrecer en nuestra ciudad el servicio público más esencial de todos, como es la educación, en un campo en el que se juega buena parte de nuestro futuro. Vuestro afán constante por la innovación, la ampliación de la oferta académica, la mejora de los planes de estudio y la colaboración con todos los agentes de la sociedad civil os acredita como uno de los mayores activos de nuestra ciudad. Una acreditación que hicimos oficial con la concesión de la Medalla de Plata de la Villa y que demuestran cada día los 3.000 estudiantes que han puesto en vuestras manos su formación.