Hoy visitamos el Colegio Pinzales, un ejemplo de escuela de zona rural que ha ido creciendo a la vez que sus alumnos y el número de matrículas. En nuestra anterior visita el mayor problema era el patio del colegio, un talud de hierba lleno de barro al que no se podía acceder y en caso de hacerlo resultaba peligroso por las caídas de alumnos y profesores.
Desde la Concejalía de Obras Públicas y el Servicio de Parques y Jardines se dio solución a este problema mediante un patio a dos alturas y un tobogán. Una cancha de baloncesto, una zona de juegos infantiles con un castillo y un tobogán por el que los niños y niñas acceden a las clases después del recreo completan esta obra con la que el alumnado, el profesorado y las familias están muy contentos. Una obra que supuso una inversión de 66.000 euros.
Gracias a los niños y niñas del colegio por los obsequios que me disteis en la visita de hoy: