Esta mañana tuvo lugar en el Ayuntamiento el Pleno de Honores en el que se conceden las medallas de oro y plata y el título de Hijo Predilecto de Gijón del año 2019. La entrega, como todos los años, tendrá lugar el día 29 de junio, Día de San Pedro.
Aquí os dejo algunas partes de las glosas leídas esta mañana en el Pleno por los diferentes grupos políticos:
Título de Hijo Predilecto de Gijón, a título póstumo para Don Vicente Álvarez Areces: «Fue, ante todo y sobre todo, un infatigable servidor público. Un político honesto, de profundas convicciones democráticas que luchó contra la dictadura y por la libertad, actuando siempre con compromiso, pasión y eficacia. Fue alcalde y Presidente pero, sobre todo fue un guerrero que nunca dio una batalla por perdida y que murió luchando. Hoy su ciudad reconoce como hijo predilecto a quien no solo llevó Gijón en el alma sino también en su cabeza. Es la forma en la que esta corporación municipal formaliza el agradecimiento, el afecto y el respeto que miles de ciudadanos le rindieron en su despedida. El tesón, la fuerza y el empuje de este gijonés del barrio de la Arena introdujeron a la ciudad en la modernidad, dotándola de servicios y equipamientos; no solo soñó con convertir a Gijón en una referencia sino que lo hizo tras tomar las riendas de una ciudad asediada por el pesimismo de la reconversión. Caminar con él por la calle era siempre una lección de política, de cómo la cercanía y el afecto son potentes armas para convencer al adversario».
Medalla de Plata de Gijón para Don Luis Manuel Flórez García, «Floro»: «Floro llega a Madrid en 1981 para comenzar estudios de teología en la Universidad Pontificia de Comillas. Vive en el barrio de San Blas, que en aquellos años estaba muy castigado por la droga y esta situación le impacta y le hace cambiar sus opciones y expectativas iniciales que no eran otras que ser cura obrero en algún astillero de Asturias o Galicia. Junto con otros compañeros comienza a trabajar con las personas afectadas por la droga, y en los cinco años que vive en el barrio de San Blas son muchas las personas a las que acompaña a las diversas ofertas de tratamientos. Junto con otras personas forma la Coordinadora de Barrios de Madrid para trabajar con menores y jóvenes y dar una respuesta que pasara por dejar definitivamente las drogas, de forma eficaz, y gratuita. Esta respuesta la encuentra en Proyecto Hombre que comenzaba en Madrid, en el verano del año 1984. En 1986 terminados los estudios, su superior provincial le destina a Asturias con la misión de poner en marcha Proyecto Hombre. Gijón sería la ciudad elegida para comenzar la tarea. En 1987, con la futura fundación en proceso de constitución, se desplaza a Roma con el fin de aprender la metodología de Proyecto Hombre (Progetto Uomo). En la actualidad son 60 personas trabajando para atender a más de 400 personas con sus familias. En estos años han finalizado satisfactoriamente su proceso de rehabilitación más de 3.000 personas y se han abierto nuevas áreas de trabajo relacionadas con la prevención».
Medalla de Plata de Gijón para la Asociación Asturiana de Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales (LGTB) XEGA: «En 1992 nació como una asociación para hacer frente al estigma del VIH-SIDA en Asturias el mismo día que se reivindicaba en todo el mundo la lucha contra la pandemia. XEGA, Xente Gai Astur en sus primeros años de andadura, se convirtió así en el segundo colectivo LGTBI fundado en nuestra comunidad autónoma. Eran aquellos años difíciles, en los que la urgencia empujó a la nueva asociación a centrar sus primeros esfuerzos en trabajar por la no discriminación de las personas seropositivas, acompañando la entonces incipiente labor desarrollada por el Comité Ciudadano AntiSIDA creado unos años antes en Asturias. Menos de un año después de su presentación salían a la calle con una reivindicación que no han abandona todavía, la de la visibilidad de las realidades de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales como vía para la normalización social. Si algo define los más de veinticinco años de trayectoria de XEGA es sin duda su lucha por el reconocimiento de derechos de las personas LGTBI».
Medalla de Plata de Gijón a la Unión de Comerciantes de Gijón: «Creada en 1977, agrupa en este momento a 950 Pymes de comercio minorista y Servicios que tienen mayoritariamente su sede en Gijón. Como toda asociación del ámbito económico su primer objetivo es el apoyo a las pymes que forman parte de la misma, y en tal sentido destaca el servicio de asesoramiento especializado y personalizado que presta al comercio minorista en su relación con las administraciones públicas. Así como sus exitosas iniciativas para el abaratamiento de los costes empresariales en banca, seguros, servicios profesionales o adquisición de productos comunes. Son reseñables también sus actividades de promoción y animación comercial de la ciudad a través de diversas actuaciones, entre otras, la más reconocida es la feria de venta de stocks, primera en España, y que sigue convocándose, dos veces al año, desde hace 17 años, con gran éxito entre la ciudadanía».
Medalla de Plata de Gijón para Doña Tita Caravera Bada: «El movimiento vecinal existía antes de que Tita Caravera se convirtiera en un referente en el tejido vecinal de Xixón, pero la presencia de mujeres al frente, como en tantos otros espacios, sí que era una novedad. su implicación con la ciudad comenzó en el movimiento de Asociaciones de Madres y Padres, primero en el colegio público Campoamor y después en el Calderón, de la que fue vicepresidenta. Y de ahí a las asociaciones vecinales y las Vocalías de la Mujer a principios de los noventa, donde ejerció responsabilidades, además de tener una participación activa en la puesta en marcha del programa Femenino Plural. Y es que la trayectoria de Tita Caravera en el movimiento vecinal siempre ha estado marcada por una constante: el feminismo. Un feminismo que llevó a la práctica en el día a día con su ejemplo y con su voz».
Medalla de Plata de Gijón para Don Luis Miguel Piñera Entrialgo: «Ingeniero técnico e historiador gijonés, nacido en 1951 en la calle San Bernardo, pero criado en Laviada, profesor de secundaria de profesión y “hemeroteca viva de Gijón” de vocación. De hecho, nadie maneja la hemeroteca de Gijón como Luismi Piñera, hasta el punto de que aseguran que “no hay nada que se le escape”. Piñera lleva Gijón en el alma y la comunicación en el corazón, teniendo un profundo conocimiento de la historia de nuestra ciudad y una estrecha vinculación a los movimientos culturales más importantes de los últimos 40 años. Su aportación a la vida cultural y literaria de la ciudad ha sido profusa, con 35 obras publicadas en solitario y su participación en otras tantas, además de revistas y la organización de congresos. En el año 2000 entra a formar parte del equipo de redactores de La Nueva España, donde en la actualidad se encarga de coordinar la sección diaria ‘La Hemeroteca’ y dirige el Club de Prensa del periódico».
Medalla de Plata de Gijón para Doña Soledad Lafuente García: «A los 9 años se incorporó a las aulas del Patronato San José donde estaría hasta los 14 inviernos, momento en que abandona los estudios para incorporarse a trabajar en Confecciones Gijón (IKE) donde pasó 24 años trabajando hasta su convulso cierre en 1990. Ella no fue una más, no fue una espectadora, no fue una observadora, fue una luchadora, una activista que participó de forma muy intensa en las movilizaciones en contra del cierre de la factoría. Llegó a vivir un encierro de 4 años en el que junto a otras 30 trabajadoras establecieron turnos de guardia para evitar dejar la fábrica sola y que pronto fuera amortizada por sus patrones. A mediados de los años 90 emprende un camino marcado por el asociacionismo. En 1998, a finales de la década, Lafuente se convierte en vocal de la AAVV de Somió para acceder a la presidencia en el próximo mandato, convirtiéndose en la primera mujer que preside la asociación de vecinos del principal barrio de la zona Este de Gijón a lo largo de su historia. El pasado año el equipo de gobierno del Ayuntamiento salda la deuda con Somió y el barrio estrena una asociación de vecinos tan merecida como luchada»
Medalla de Oro de Gijón para el Hospital Universitario de Cabueñes: «El Hospital Universitario de Cabueñes se inauguró la noche del 6 al 7 de agosto de 1968 como maternidad y pediatría, aunque inicialmente había sido proyectado como escuela de enfermería. Un edificio de cuatro plantas que recibió el nombre de Residencia Sanitaria José Gómez Sabugo y fue atendido por monjas de la Orden de la Caridad, incorporándose unos meses más tarde los primeros cirujanos y especialistas de medicina interna. De una capacidad inicial de 206 camas hoy el Hospital de Cabueñes cuenta con 547 camas funcionantes, y con una superficie de 60.000 metros cuadrados que con la inminente ampliación se convertirán en 114.000, de los cuales 96.000 serán de uso hospitalario.
Su condición de hospital universitario le lleva a desarrollar una amplia labor docente, tanto en lo que se refiere a la formación de especialistas en ciencias de la salud, como en la docencia universitaria, y además cuenta con una creciente actividad científica en ciencias biomédicas y participa en importantes proyectos de investigación y ensayos clínicos. Su interacción con el sector empresarial de la Milla del Conocimiento ha hecho posible el nacimiento de la incubadora Equilibria, desde la cual el Hospital se convierte en un laboratorio de pruebas sobre salud, con proyectos que ya están en marcha.
Y es que el hospital es sin duda el mejor ejemplo de una empresa basada en el conocimiento ya que cuenta con un capital humano con una formación muy importante. En pocos sectores hay tantos graduados juntos, cerca de 1.300 graduados sanitarios, repartidos en 33 servicios y especialidades médicas. En el Hospital Universitario de Cabueñes trabajan 2.500 profesionales de todas las categorías que atienden al año 19.000 ingresos, 10.700 intervenciones quirúrgicas, 100.000 urgencias, 430.000 consultas y un centro hospitalario donde se preparan al año 137.000 menús o se lavan más de 2.000 toneladas de ropa. Todo ello con una inversión anual de más de 180 millones de euros.
Una medalla que deberían llevar en su bata todos los profesionales que durante estos 50 años han dedicado su vida a los pacientes del Hospital Universitario de Cabueñes y a sus familias, y que constituyen un ejemplo vivo de superación, de magnífico trabajo, de estímulo y esperanza para todos».