He recibido el Premio Goyesca del Año y lo primero que debo hacer es reconocer que entiendo el galardón como un reconocimiento al trabajo colectivo más que a mi persona.
La vuelta de los toros a Gijón/Xixón, a nuestra histórica plaza de El Bibio, es mérito de muchas personas y de una afición que nunca se rindió en su reclamo por lo que consideraban justo. Y, por supuesto, es mérito de mi equipo de gobierno, que trabajó incansablemente para materializar la voluntad popular.
Lo dije este jueves y lo reitero: mi aportación como Alcaldesa se limitó a cumplir con la ley y garantizar que una actividad cultural arraigada en nuestra sociedad pudiera retomarse en Gijón.
La tauromaquia es cultura, es emoción y, sobre todo, es historia.
Profeso un profundo respeto a quienes no comparten esta afición y deciden no acudir a una plaza. Y lo hago porque ese es precisamente el sentido de cualquier sociedad moderna: el derecho a elegir libremente.