«El verdadero honor es el que resulta del ejercicio de la virtud y del cumplimiento de los propios deberes». Esta cita de Gaspar Melchor de Jovellanos, el referente gijonés que da nombre a esta casa y que ilustra siempre la acción de quienes intentamos gobernar en favor del interés general, cobra más sentido que nunca hoy.
Celebrar la fiesta del patrón de la Policía Local es celebrar ese honor que describe Jovellanos como la suma del cumplimiento del deber con la profesionalidad a la hora de hacerlo. De ambos factores, como ha expresado también la Concejala Delegada de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Nuria Bravo, es testimonio fiel el aprecio y el reconocimiento que la ciudadanía de Gijón tiene para con un cuerpo que representa la mejor de las caras que el Ayuntamiento ofrece a su ciudad.
Os honra, igualmente, la entrega de distinciones a quienes, con su labor desinteresada y honesta, colaboran, a diario o de forma excepcional, con la Policía Local en el desempeño de sus funciones. A la satisfacción propia del deber cumplido sumáis hoy un agradecimiento explícito que lo es también de toda la ciudad y que yo, como Alcaldesa, hago propio también. A las restantes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a las instituciones y sobre todo a las ciudadanas y ciudadanos que, en un momento determinado, a veces en una fracción de segundo, adoptaron una decisión que ayudó o salvó a otros. Gracias, en nombre de Gijón, por hacer de la nuestra una ciudad mejor con esa decisión trascendental, que es fugaz pero a la vez tan profunda, de hacer el bien por los demás.
El ejercicio de la virtud y el cumplimiento del deber, como escribía Jovellanos, reside en lugares recónditos cuando hablamos de gobernar. Gobernar es, en palabras de otro ilustre hombre de estado, hacer en cada época de la historia aquella parte del ideal de cada uno que las circunstancias hacen posible. En cada momento, lo que sea posible. Es una visión, la de Cánovas del Castillo, naturalmente heredera de su tiempo. En este tiempo, sin embargo, hay pocas cosas que no sean posibles, pocas cosas que no estén a nuestro alcance. El Gijón que hoy lidera lo sabe bien. Por eso, a las circunstancias que hacen posible una determinada decisión es necesario añadir un ingrediente más: la voluntad política.
Voluntad política es poner en marcha, ejecutar y concluir una inversión de prácticamente diez millones de euros que situará a la Policía Local de Gijón entre los cuerpos más punteros de España, con una nueva Jefatura fruto de un proyecto participado por los y las profesionales que la vais a utilizar y que ha supuesto casi siete años de trabajos y que ya prácticamente es una realidad, gracias a la labor conjunta y constante de todas las áreas de Gobierno implicadas y lideradas desde la Alcaldía.
Voluntad política es dedicar los recursos no solo económicos, sino administrativos y humanos para empezar a cubrir unas necesidades de personal que eran evidentes, y que permiten afrontar las necesidades cada vez más grandes de una ciudad en expansión. Una decisión que era imprescindible y que adoptamos en el minuto uno del mandato.
Voluntad política es asegurar las condiciones necesarias para que podáis desarrollar vuestra imprescindible labor en las mejores condiciones posibles y con el respaldo de una Administración que sabe escuchar, atender y responder a las cuestiones que son de justicia. En esa labor estamos tanto la Concejalía de Seguridad Ciudadana y Emergencias, como la de Hacienda, como desde la propia Alcaldía.
Voluntad política es, en fin, estar al lado de la Policía Local. Y tengo el orgullo de decir, como Alcaldesa, que este Gobierno municipal, en su conjunto, ha tenido y tiene esa voluntad política.
No puedo terminar estas palabras sin un recuerdo a quienes hoy no pueden compartir esta celebración con nosotros. Sabéis que siempre están en la cabeza y en el corazón.
Muchas gracias y feliz día de vuestro patrón.