Hay tres problemas que me preocupan seriamente en Gijón:
- El desempleo: aunque los últimos datos ofrecidos acerca del aumento de cotizantes a la Seguridad Social son alentadores, el desempleo siempre es preocupante y hay que trabajar y poner los medios necesarios para afrontarlo.
- El Plan de Vías: no podemos bajar la guardia y por ello trabajamos todos los días para que salga adelante.
- La contaminación: el tiempo se agota y la paciencia también.
Es triste que tengan que ser los vecinos los que continuamente nos estén recordando que es un problema de salud para los ciudadanos de Gijón. La contaminación merma la calidad de vida de los vecinos de la zona oeste, pero merma la salud de todos los vecinos y vecinas de Gijón. Los datos que ofrece la estación del Lauredal son demoledores y mientras no llueva la estación reflejará esos datos todos los días.
El foco lo hay que poner donde está el problema y es en Arcelor. Notamos que los cauces de comunicación han mejorado pero seguimos diciendo que se necesita por parte de la empresa un plan de inversiones detallado con acciones concretas que corrijan el problema de la contaminación. En pleno siglo XXI la industria no puede contaminar de esta manera.
El paso lo tiene que dar la empresa que contamina, Arcelor, y la administración que tiene competencia sobre esta empresa, que es el Principado, que debe ser muy exigente.
Se agota la paciencia con los incumplimientos.