Esta tarde acudí a la entrega de los Premios Innova del Diario El Comercio.Como alcaldesa de Gijón es un placer, y un honor, respaldar esta iniciativa tan necesaria para reconocer el esfuerzo y el talento de nuestras empresas, pilares fundamentales de toda la actividad económica no sólo de nuestro municipio, sino de toda Asturias.
Entre los premiados tenemos a Cafento, que desde Tineo no ha parado en toda su larga trayectoria de crecer en competitividad, asumiendo riesgos y enfrentando con el paso de los años, un desafío tras otro. Se puede decir que el espíritu emprendedor tiene cuenta vitalicia en esta familia, que en su segunda generación encabezada por Víctor Manuel ha sabido transmitir los valores del sacrificio y el esfuerzo personal. Y lo ha hecho hasta tal punto que ha sabido crear una organización al servicio de sus clientes y también de sus empleados, generando a día de hoy una empresa totalmente profesionalizada en su gestión. Con orgullo podemos decir que muchas ideas habrán sido fraguadas entorno a un Café, donde nacen las buenas ideas. Un café, eso sí de marca asturiana.
En la vertiente más social, el Centro Europeo de Empresas e Innovación del Principado de Asturias se ha demostrado como un instrumento eficaz en la transformación de nuestro tejido productivo. Cuenta con personas emprendedoras que admiramos y que nos dan grandes pistas de por dónde pueden venir la próxima generación de empresas asturianas. Hoy, cuando salimos de Asturias, podemos presumir de nuestras firmas con el sello de empresa de base tecnológica, un sello que les permite sentarse a la mesa de la media y alta tecnología en España.
Gracias a ArcelorMittaly muy especialmente a sus centros de investigación, hoy Asturias entra de lleno en la carrera por el despliegue tecnológico que supone la fabricación avanzada. Con el papel fundamental que la empresa tiene en la economía y el mercado de trabajo asturianos, todas las miradas están puestas en su capacidad de adaptación a los cambios, y en su siempre firme apuesta por Asturias.
Quiero destacar el gran trabajo de Nicolás de Abajo y todo su equipo, pues son una referencia mundial en su sector y atraen cada año muchísimo talento local e internacional. Profesionales atraídos por sus proyectos en tecnologías 3D, nuevos materiales, robótica y otras cuestiones asociadas a la fabricación avanzada, que vienen aquí a establecer sus proyectos.
Y gracias al Grupo Daniel Alonso en el mundo reconocen a nuestra región como un gran polo de ingeniería en componentes metálicos y bienes de equipo, capaz de abastecer, por ejemplo, a las cada vez más complejas especificaciones en soluciones para el ámbito marino. Daniel Alonso supo ver una realidad empresarial antes de que fuera evidente, un privilegio reservado para personas muy singulares, generando una gran cantidad de recursos de los que se han beneficiado toda una generación de empresas que han podido contar con este grupo como aliado en la búsqueda de negocio.
Cada una de las organizaciones premiadas cuentan, y ese es su principal activo, personas con una gran capacidad de liderazgo, personas que han sabido aprovechar su talento y ponerlo a disposición de una idea mayor, haciendo realidad cosas que no parecían posibles. Gracias a su esfuerzo y dedicación han conseguido generar para Asturias proyectos vitales, riqueza y sufragar los servicios públicos de calidad de los que todos disfrutamos.
Ahora que nos enfrentamos a nuestro futuro más incierto, donde la demografía, la globalización, la cuestión climática y la transición tecnológica nos proponen los mayores desafíos, no podemos perder esta oportunidad. Me refiero a este momento clave en el que debemos trabajar en entornos que permitan a más personas seguir ese principio de idea mayor, de realizar cosas que solo ellas son capaces de ver. Permitir que su liderazgo se desarrolle es la mayor garantía con la cuenta nuestro territorio para volver a la senda de la competitividad, de la generación de riqueza de la creación de los mejores proyectos vitales posibles.