Lalo Sánchez y German López me visitaron esta semana para presentarme su candidatura al Premio Princesa de los Deportes 2017 para José Manuel Roás y su hijo Pablo Roás de 18 años y afectado con el Síndrome de West.
Se trata de una petición de reconocimiento para dos personas, padre e hijo, que sin su humildad, humanidad, sacrificio y callado esfuerzo solidario representan, a través de la práctica deportiva un ejemplo de superación a diario y un compromiso personal que, sin dudas, repercuten en el beneficio del hombre y dignifican la condición de deportista y del ser humano. Los dos dan visibilidad y sirven de referente a muchas familias que con hijos discapacitados compiten día a día para superar las limitaciones que la vida les ha impuesto.
Bajo el lema «lo importante es el camino y no la meta», José Manuel ha corrido impulsando el carrito con el que se mueve su hijo por las maratones de Nueva York en 2016, Sevilla en 2014, 2015 y 2016, y Madrid en 2014 y 2016. Todo copmoenzó el 2014, cuando en la maratón de Sevilla, José Manuel, al pasar por delante de su casa en el kilómetro 19 de la carrera, recogió a Pablo y continuó la prueba hasta el final en su compañía, completando la misma hasta el kilómetro 42.
Lalo y Germán, impulsores de la candidatura, me trasladaron que «su historia reúne los requisitos que los Premios princesa de Asturias requieren: trabajo en equipo, actitud, solidaridad, comunicación, colaboración, logro y ejemplo en valores».