Hoy inauguramos un nuevo recurso turístico en nuestra ciudad que hace más fuerte la categoría de 4 estrellas, ampliando las 2.360 plazas hoteleras que había hasta ahora.
Llega un hotel, situado en un edificio emblematico de 1931, con 47 habitaciones, que da trabajo a 20 personas, y bajo el paraguas de una empresa de capital 100% asturiano; y lo hace en Gijón, la ciudad con el mejor comportamiento turístico de Asturias y de toda la España Verde, que ha cerrado 2018 como el mejor año turístico de su historia después de alcanzar la cifra de 443.000 viajeros alojados en establecimientos hoteleros y 873.000 pernoctaciones. El crecimiento en viajeros y en pernoctaciones fue de un 4%, el más elevado de toda la España Verde.
Esta llegada significa que el municipio de Gijón es competente y competitivo en la atracción de empresas de primer nivel y lo que es más importante, que encuentra en el talento local un importante activo que sumar a su proyecto.
Y es que en Gijón pensamos en el desarrollo económico no como un contador de ladrillos, sino como activación de espacios y de talento para la atracción y desarrollo de actividad empresarial, para la sostenibilidad del entorno y para la prosperidad futura.
tenemos claro que el crecimiento turístico no puede ser desligado de la sostenibilidad. Un turismo respetuoso con la naturaleza y la cultura, fortalece económicamente y socialmente las comunidades donde se desarrolla, garantizando la integridad de sus recursos para el futuro. En Gijón podemos estar orgullosos ya que nuestra ciudad ha sido reconocida como uno de los mejores destinos turísticos sostenibles dada su implicación para aplicar prácticas responsables con el medioambiente, la economía y la sociedad dentro de su modelo de negocio o de su gestión turística.
El Hotel Moderne cuenta con los mejores mimbres para iniciar su trayectoria y desde el Ayuntamiento le deseamos los mejores de los éxitos.
No puedo terminar, sin hacer una reflexión.
El sector turístico se enfrenta actualmente en España a uno de los retos de mayor calado de las últimas décadas, y que puede afectar buena parte de los modelos urbanísticos y de gestión futura de los destinos en los que se insertan sus actividades, así como condicionar los notables efectos que induce sobre la economía y su contribución al estado del bienestar.
Hace escasos días alcanzamos por unanimidad de todos los grupos políticos municipales el desarrollo de una campaña informativa en materia de Viviendas de Uso Turístico y Viviendas Vacacionales y de los derechos de los propietarios, así como para detectar los pisos que operan de manera ilegal.
Gijón cuenta ya con tantas plazas de viviendas de uso turístico como plazas hoteleras de cuatro estrellas. Ambos sectores juegan en el mismo terreno pero sin embargo las reglas de juego son bien distintas con normativa mucho más exigente para los hoteles que para las viviendas. Antes señalaba que por cada 100 plazas de hotel se generan 53 puestos de trabajo, sin embargo por cada 100 viviendas de uso turístico se generan solo 9 empleos.
Debemos sentarnos a reflexionar, ya que si los hoteles inician su reconversión a apartamentos, solo en Gijón se perderían más de 600 empleos directos y hasta más de 2.300 dentro del sector turístico.
La próxima Corporación municipal afrontará en materia turística el reto de ordenar el alojamiento en viviendas turísticas, y tal vez la solución pase por conceder licencias de actividad para el alojamiento turístico una vez certificado que se cumple la normativa autonómica correspondiente, establecer una zonificación de la ciudad en función de su modelo urbano y capacidad de carga turística, para establecer los barrios de preferencial localización y aquellos donde eventualmente quede prohibida por su nivel de saturación, o la exigencia de localización de los usos de alojamiento turístico en viviendas de alquiler en edificios completos dedicados en exclusiva a dicho uso.
Espero que Gijón siga siendo referente como destino turístico y que este a la altura para afrontar el importante reto que se presenta.