Ayer mantuvimos una reunión entre el Ayuntamiento de Gijón y la Consejería de Medio Ambiente en la que adoptamos propuestas con carácter temporal con el fin de tratar las aguas. Son soluciones que buscan no interferir en los procesos judiciales y no levantar nuevas batallas. El objetivo de la reunión era llegar a un acuerdo para que las aguas residuales que se vierten desde el emisario de Peñarrubia al mar Cantábrico cuenten con un pretratamiento de desengrasado y desarenado para que no lleguen a la costa en la situación que lo hacen ahora.
Por ello hemos llegado al acuerdo de adoptar un tratamiento provisional para los cincuenta metros cúbicos al mes de arena y grasa que llegan al mar Cantábrico sin ningún tipo de tratamiento, nada más que un tamizado. Son datos que justifican la urgencia en la búsqueda de una solución a los vertidos.
Mandaremos una carta para que la ministra de Medio Ambiente en funciones, Isabel Tejerina, con el fin de abordar una solución de carácter inmediato a esta situación.
La reunión técnica que hay prevista el próximo jueves se realizará en Oviedo y ha sido convocada por el Ministerio y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) al ceder a las presiones provenientes del Ayuntamiento de Gijón y del Principado para conseguir este encuentro.
Las administraciones regional y local barajamos una instalación en acero y otra fija en hormigón, ambas de carácter provisional y ubicadas en el lugar donde ahora esta la antigua depuradora, que esperamos presentar a la CHC, titular del emisario de Peñarrubia.
Son un serie de instalaciones fijas o movibles para poder quitar la grasa y la arena a los vertidos para que no lleguen al mar con los diámetros que ahora alcanzan; unas propuestas que tendrán un presupuesto de 2 millones de euros aproximadamente.