Días como los de hoy permiten hacer visible una realidad que no debe pasar desapercibida: nuestra industria agroalimentaria luce. Luce en nuestra tierra, luce a través de la tecnología que en estos momentos se está desarrollando y luce en los mercados internacionales. Nuestro sector es garante de calidad, de profesionalidad y ofrece un largo recorrido lleno de posibilidades, para que exploremos juntos colaboraciones y proyectos innovadores que permitan al sector tomar mayores posiciones en el panorama global.

Y es que creo que Asturias tiene un gran potencial como región en el campo de la innovación agroalimentaria. En cambio, pocas veces hablamos de este sector, y por ello cuesta ponerlo en el lugar que le corresponde. Tenemos que rescatar su importancia y darle la posición de liderazgo que merece. El sector agroalimentario consume grandes recursos de conocimiento y su peso en el PIB regional iguala ya al del sector turístico. Se trata de la tercera rama de actividad junto al metal y las industrias extractivas. Estamos ante un sector que cerró el año 2017 con más de 700 empresas y más de 7.500 empleos.

La oportunidad que se nos presenta ahora no es otra que vertebrar esa Asturias Agropolitana en riesgo de caer en el olvido. Nuestros ecosistemas naturales, nuestra población asentada en el entorno rural, necesita urgentemente que les miremos con la intención de incluirlos en nuestro futuro. Más industria agroalimentaria, es, sin duda, mejor entorno natural y mejor entorno rural. La Administración debe ocuparse de abastecer con eficiencia la infraestructura y servicios públicos oportunos, para no ser un lastre en el desarrollo de proyectos tanto empresariales como vitales que se abren en este esperanzador futuro del sector.

Y estas oportunidades, como siempre, necesitan el respaldo firme, decidido y eficaz de las Administraciones. Es imprescindible empezar a tomar medidas encaminadas a la protección del ganado frente a especies como el lobo (que debería ser una prioridad absoluta de cualquier Gobierno de una región como Asturias), o dirigidas a garantizar los derechos que corresponden a quienes residís en los Parques Naturales y Nacionales. Tenemos que asegurar los medios necesarios para que todos podáis desarrollar vuestra actividad, como por ejemplo la cobertura de red en el 100% del territorio.

En definitiva, la Administración no puede olvidar a dos tercios del territorio asturiano, por mucho que la población se concentre en el área central, de la que tanto se habla en las últimas semanas. Son necesarias medidas decididas para garantizar que la Asturias rural sigue teniendo un gran futuro por delante.

Estamos ante un sector prioritario: la alimentación funcional, la alimentación de cercanía, el turismo gastronómico. Todos ellos son conceptos sobre los que tenemos que trabajar. Desde el Ayuntamiento de Gijón, a través de la iniciativa Equilibria, financiada por la Comisión Europea para desarrollar una incubadora de alta tecnología, una de las 11 que se están desarrollando en España, hemos querido y queremos seguir siendo un punto de apoyo para seguir profundizando en estas materias, junto con el Centro Tecnológico ASINCAR y proyectos emprendedores y de innovación. Llevamos tiempo trabajando, buscando nuevos planteamientos para llevar a esta industria a mayores niveles de desarrollo. Lo hacemos porque creemos que Talento no nos falta, ha estado esta mañana con nosotros; ventajas comparativas, tampoco; y el recorrido que nos queda por delante es ordenar todas estas oportunidades, colaborar en conjunto la parte privada y la pública para ser un facilitador y no un impedimento en el desarrollo de un sector, el agroalimentario, importante para hoy, pero de vital importancia para el futuro.