Esta tarde acudí a una conferencia de Pedro Olalla, escritor, helenista, profesor, fotógrafo y cineasta. Conoce como nadie la difícil situación que vive Grecia, de abuso, pasividad, miedo y miseria.
“El drama universal de la persona refugiada” es el título de la conferencia que ofreció; su relato nos ayudó a comprender mejor este drama y a reforzar nuestro compromiso con las personas refugiadas; personas que se arrojan al mar sin garantías de llegar vivos a tierra, y que desembarcan en Grecia tras el peaje de 600 o 1.000 dólares que se les cobra por recorrer unas millas.
Pedro Olalla hizo una interesante reflexión: las costas de Lesbos están llenas de chalecos porque solo a esta isla de 60.000 habitantes llegaron en 2015 300.000 personas. El 80% de las personas que están cruzando el mediterráneo huyendo de la guerra ha entrado en Europa por Grecia, solo un 19,5% ha entrado por Italia, y solo un 0,5% de los que cruzaron el mediterráneo entraron por España.
Conviene contextualizar este dato porque este millón de personas que entraron en Europa representa un 0,18% de la UE. Y la UE se declara desbordada.
Olalla criticó que la única estrategia desarrollada por Europa sea blindar sus fronteras y tratar de alejar el conflicto, subvencionando a Turquía con 3.000 millones de euros para construir barreras de protección y campos de retención.
Pedro Olalla concluyó diciendo que hay que estar en contra de la emigración y el desarraigo pero no en contra de los refugiados o los emigrantes. “Quien siembra guerras, recoge refugiados. Las caras de los responsables nunca son visibles y ya es hora de que comencemos a buscarlas”.
A continuación de la conferencia se desarrolló una mesa debate en la que participaron también Abel -refugiado sirio de Alepo- así como compañeros de la asociación “Brazos Abiertos” que están trabajando en labores de salvamento marítimo en Grecia. Las jornadas que hoy dan comienzo con esta conferencia hacen más visible la conmemoración del Día Mundial del Refugiado.