Entrar al Dindurra fue como volver a un colegio que han arreglado durante el verano. Conserva su esencia, pero está muchísimo mejor y todo huele a nuevo.

Los colores dorados y el color visón predominan en el gran espacio creado por Manuel Busto al que solo le falta el mobiliario y la iluminación.

 

Acompañada de Fernando, Alejandro y Lucía, visitamos el Dindurra a pocos días de su apertura. Es el mismo café, con idénticas formas pero a estrenar.

Su condición de inmueble catalogado requirió que el Grupo Gavia tuviera que respetar toda su arquitectura y que tan sólo pudieran restaurar y añadir algunos detalles. Nos contaron que al inicio de la obra contrataron a un historiador que les iba contando la historia del legendario café gijonés y la importancia de cada uno de sus elementos, y por ello el cuidado en la restauración ha sido extremo.

La cocina se ha ampliado, y en la zona del café se cumplen las normas de accesibilidad con un espacio para minusválidos.

 

Se han conservado las antiguas baldosas, y las que estaban en mal estado fueron fabricadas en Marruecos y es imposible diferenciarlas. Ahora solo queda el mobiliario y poner en marcha la iluminación.

La primera semana de octubre el Dindurra reabrirá sus puertas.

 

 

El resultado es espectacular. Felicito al Grupo Gavia y a todas y cada unas de las personas que trabajaron en la restauración del legendario café. Espero que os guste.